Video que resulta de
reunir distintas partes que estaban dispersas, son fragmentos entre
2016 y 2018, es el estado de ánimo de utilizar la bicicleta en
nuestro barrio con un reparto modal del 0,4% en 2017.
Todos los días para
ir a trabajar, desplazarse con niños es la misma historia: los
atascos diarios y las prisas, en bici lo evitamos a duras penas, a
cambio de tragar contaminación que afecta de manera grave, no solo a
los ciclistas, si no a toda la población.
Los planes de
movilidad y circulación actuales han llevado a Madrid a liderar la
lista de ciudades españolas con más atascos. Un caos circulatorio
que roba cada año multitud de horas y salud a cada conductor.
¿Cómo crecer en el
reparto modal de la bici? Los carriles bici son necesarios para
potenciar el uso de la bicicleta, para animar a que la gente cambie
de hábitos de desplazamiento. El carril exclusivo permite
salvaguardar del estrés que produce el tráfico motorizado a las
bicis, no impide por ello integrar las bicicletas en el tráfico en
calles más tranquilas o con tráfico más calmado.
La evolución de
este proceso de cambio nos llevará a una ciudad donde quizás no
hagan falta la mayoría de carriles bici. Hoy por hoy, con los
niveles de contaminación, el acceso a la ciudad de 1.200.000 coches
diarios, con más de 300.000 plazas de aparcamiento en el interior de
la M-30 se nos antoja casi imposible esa convivencia pacifica
coche-bici. Hacen falta medidas correctoras como la restricción, la
desaparición de las autopistas urbanas, la eliminación de plazas
rotatorias que fomentan el uso abusivo del coche, las APR de los barrios y la creación de
una red básica de carriles bici en la ciudad.
Los beneficios de la
bici para la salud, las ventajas ambientales y su competitividad
frente a otros medios en trayectos urbanos, la convierten en
paradigma de la movilidad sostenible.